Todas las noticias ratifican que no hay tormenta ni terremoto capaz de derrotar al espíritu solidario y revolucionario de los venezolanos. Cuando las aguas comienzan a bajar aparece la fortaleza moral de quienes, además de resistir, son capaces de reconstruirse para mejorar su Venezuela. Quede claro para todos. La buena nueva es que en Venezuela crece un pueblo revolucionario que ha sabido dar al mundo ejemplos de resistencia con dignidad mientras reconstruye lo que dañó la tormenta y fortalece su moral socialista. Ni más ni menos. Hoy, incluso desde los albergues, el pueblo revolucionario demuestra que es capaz no sólo de derrotar golpes de estado, también derrota a las tormentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario